Este cuento surgió de este post de Mama y Naiara leemos. Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice en la red o puedes a llegar a perder tus bigotes.
Ya te dije la semana pasada que soy un ratonet. Y una de las cosas que más me encanta del mundillo virtual es comentar en otros blogs. Pero a veces, me vengo arriba y digo cosas que no tengo publicadas; como me ocurrió en el blog de Naiaria y su madre.
Por eso, me veo en la obligación de contarte qué les ha pasado a mis bigotes y qué les puede llegar a pasar.
En primer lugar, tengo que contarte que los bigotes de un ratón son unos sensores muy sensibles. Lo dicen hasta los ingenieros.
Imagen vía wwwhat’s new
Me hace cierta ilusión pensar que algunos pelillos de mis bigotes pudieran acabar en futuras…
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